En el marco del DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, desde el CCAD nos sumamos a el lema propuesto desde la ONU: “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”
Las mujeres estuvieron muy presentes en el desarrollo de la informática y la computación, en sus primeras etapas. De hecho, es bien conocido el caso del grupo compuesto por seis matemátcas que estuvieron encargadas de programar la primera computadora electrónica de Estados Unidos, lo que produjo una verdadera revolución informática. Sin embargo, lentamente, esto empezó a modificarse y con el boom de las computadora personales la presencia masculina fue abrumadora y la brecha de género en esta área se hizo casi infranqueable.
En la actualidad, según la ONU, un 37% de las mujeres del mundo no tienen acceso a internet y son las principales víctimas de acoso informático. Además, las mujeres siguen siendo minoría en las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática), tanto en el mundo laboral como en el académico, y constituyen sólo el 28 por ciento de las personas graduadas en ingeniería, el 22 por ciento de quienes trabajan en inteligencia artificial y menos de un tercio de la fuerza laboral en el sector tecnológico en todo el mundo.
Esta situación limita el empoderamiento digital de las mujeres y su participación en diversas maneras de activismo por sus derechos, pero también las deja afuera de un mercado laboral más que prometedor, ya que de acuerdo a las cifras de la ONU, para 2050, el 75% de los trabajos estarán relacionados con las áreas STEM.
El caso de la Computación de Alto Desempeño (HPC por sus siglas en inglés) es difícil de evaluar, dado que no existen cifras oficiales de la cantidad de mujeres que integran el campo porque muchas veces la HPC es una herramienta para otras disciplinas más que una carrera en sí. Sin embargo, algunos indicadores, como la participación en las principales conferencias indica que sólo el 10% de lxs autores son mujeres (aún más bajo que el 20 o 30% que se encuentran en otras áreas relacionadas a la tecnología), los hombres tienen roles más visibles y son más citados. Finalmente, la representación femenina cae fuertemente en niveles de mayor experiencia. (Ver paper)
Causas de la brecha de género y posibles soluciones.
La ONU explica que “Los estereotipos sobre qué personas están más o menos capacitadas para las disciplinas STEM tienen un peso enorme y disuaden a las niñas de decantarse por estos campos. Las que se deciden por entrar en el mundo de la tecnología a menudo se enfrentan a un entorno abiertamente hostil, con una notable brecha salarial (un 21 por ciento) y tasas de promoción considerablemente inferiores (52 mujeres por cada 100 hombres). Casi la mitad (un 48 por ciento) afirma haber sufrido acoso en el lugar de trabajo. Y un escalofriante 22 por ciento afirma haber valorado la posibilidad de dejar el trabajo debido al trato recibido en el sector. “
A todo esto se suma que la falta de representación genera una especie de círculo vicioso que repercute negativamente en la presencia de mujeres en el ámbito de la creación, el uso y la regulación de la tecnología.
Por último, la ONU afirma que “Para que las mujeres tengan éxito en un entorno laboral cambiante, es preciso crear programas específicos de mejora y ampliación de las competencias profesionales enfocados prioritariamente en los grupos con un mayor riesgo de exclusión. Además, necesitamos regulación laboral más sólida para garantizar que la transición del mercado de trabajo mejora la posición de las mujeres, en lugar de limitarse a reproducir las desigualdades existentes. Esto incluye un salario mínimo vital, leyes contra la discriminación salarial y sistemas de protección social que resuelvan, entre otros aspectos, las discrepancias entre las cargas de trabajo doméstico y de cuidados de las mujeres y de los hombres.”
*Por Mariela López Cordero